Excursión a Tomar, Batalha y Alcobaça

Itinerario del Tour Tomar, Batalha y Alcobaça

Recogida en tu hotel
Monasterio de Alcobaça
Monasterio de Batalha
Comida (tiempo libre - no incluida)
Convento de Cristo (Tomar)
Fim no hotel

Excursión Tomar, Batalha y Alcobaça desde Lisboa

Encuentra el guía en tu hotel en Lisboa, donde comienza el tour a tres monasterios patrimonio mundial de Portugal. En este itinerario único, disfrutarás de visitas con guía dentro del Convento de Cristo, Monasterio de Batalha y Monasterio de Alcobaça.

Mientras nos dirigimos hacia al norte (viaje de 1:30hr), sumérgete en el mundo de los monjes cistercienses. Una vez en Alcobaça, visitarás el monasterio, fundado en el siglo XII, con tu guía. Su tamaño, la pureza de su estilo arquitectónico, la belleza de los materiales y el cuidado con el que se construyó hacen del monasterio un obra maestra del arte gótico cisterciense, patrimonio mundial desde 1989.

Luego te dirigirás al pueblo de Batalha y visitarás el Monasterio de Batalha, siglo XIV, declarado por la UNESCO como patrimonio mundial en 1983, antes de parar una hora para comida (no incluida). Ahí, un estilo gótico portugués, muy original, evolucionó, bajo la influencia del estilo manuelino.

Después, al llegar a Tomar, serás guiado en el Convento de Cristo, fundado por los Templarios en el siglo XII y patrimonio mundial desde 1983.

La excursión a los monasterios Patrimonio Mundial de Portugal termina con el regreso al hotel, en Lisboa.

Convento de Cristo en Tomar | Excursión Monasterios

Complejo arquitectónico ubicado en la ciudad de Tomar, Portugal, que incluye diversos edificios, destacándose la Charola Templaria, el claustro renacentista y la ventana Manuelina. El área monumental más grande en Portugal, con más de 54 000 m2, está clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1983.

Construido por algunos de los arquitectos más importantes que trabajaban en Portugal, la construcción tomó siglos y está vinculado a los primeros días del reino de Portugal y el papel de la Orden Templaria, los legendarios caballeros que defendían la fe con la espada. Fundada en 1118, en Palestina, los Templarios fueron la primera orden militar de la historia.

El Convento de Cristo todavía retiene memorias de aquellos caballeros-monjes. Monumento único de su presencia en la Península Ibérica, el castillo templario es una obra de vanguardia de la arquitectura militar medieval. La arquitectura de la famosa Charola, con un plan octogonal centrado, es inspirada por los templos de Jerusalén.

Cuarenta y cinco años después de la extinción de la Orden de los Templarios, consecuencia de su persecución por el rey francés Felipe IV el Hermoso, el castillo se convirtió en la sede de la Orden de Cristo, creada en su lugar, en Portugal.

En 1420, Enrique el Navegante fue nombrado gobernador de la Orden de Cristo. La orden fue reconfigurada, sin distorsionar su espíritu original de caballería y cruzada, pero avanzando hacia un nuevo objetivo, la expansión marítima, que la propia Orden financió. Los caballeros se hicieron navegantes y muchos navegantes se hicieron caballeros de la Orden de Cristo. Y es por eso que las carabelas llevaban la Cruz de la Orden de Cristo en sus velas.

Con el rey Manuel I (1495 y 1521), poseedor de un inmenso poder extendido por todo el mundo, el convento recibió trabajos importantes de expansión y mejora. Un nuevo lenguaje decorativo, el estilo manuelino, fue introducido, celebrando los descubrimientos marítimos portugueses, la mística de la Orden de Cristo y de la Corona, en una gran manifestación de poder y fe. La Ventana de la Sala Capitular, enigmática y profundamente simbólica, es su mayor ejemplo.

Monasterio de Batalha
Tour Monasterios desde Lisboa

Patrimonio Mundial desde 1983, el Monasterio de Santa María de la Victoria, más conocido como Monasterio de Batalla, es una obra maestra del gótico portugués. Construido a lo largo de dos siglos (1386 a 1563), durante el reinado de siete reyes, tomó un gran equipo de albañiles de alto nivel, tanto nacionales como extranjeros. Fue aquí donde el estilo manuelino dio sus primeros pasos.

Localizado en el pueblo de Batalha, el imponente monasterio dominicano se destaca por su monumentalidad y la piedra de encaje del exterior. Fue un proyecto para legitimar una nueva dinastía, la Dinastía de Avis, de ahí la dimensión de la obra, signo de poder real y autonomía del reino.

Ordenado construir en 1386, por el rey João I, fue un agradecimiento a la Virgen María por la victoria contra los castellanos en la Batalla de Aljubarrota. Evento decisivo para la consolidación de la nación portuguesa, la batalla tuvo lugar el 14 de agosto, 1385, víspera del Día de la Asunción de la Virgen.

La victoria acabó con una crisis dinástica que comenzó en 1383, cuando el rey Fernando murió, cuya única hija estaba casada con el rey de Castilla, un pretendiente al trono de Portugal.

Durante su historia, tres acontecimientos dramáticos afectaron profundamente el monasterio - el Gran Terremoto de 1755, la Tercera Invasión Francesa (1810) y la extinción de las órdenes religiosas en Portugal (1834). Actualmente, el complejo incluye no solo una iglesia, sino también dos claustros (ambos con habitaciones adjuntas) y dos panteones reales - la Capilla del Fundador y las Capillas Inperfectas.

Monasterio de Alcobaça | Excursión Monasterios desde Lisboa

Clasificado como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1989, la Abadía de Santa María de Alcobaça, casa principal de la Orden Cisterciense en Portugal, es la primera obra totalmente gótica construida en Portugal. Tomando como inspiración la Abadía de Clairvaux (en Francia), su sede, el Monasterio de Alcobaça se destaca para su pureza del estilo arquitectónico y tamaño, gracias a una política continua de protección real.

Todo comenzó con una donación de las tierras de Alcobaça a Bernardo de Claraval (más tarde san Bernardo) y a la Orden Cisterciense por el primer rey de Portugal, Afonso Henriques. La construcción comenzó en 1178 (habitado desde 1222) y fue construido en un estilo gótico primitivo.

La arquitectura de la iglesia es el espejo de la regla benedictina en la búsqueda de la modestia, aislamiento del mundo y servicio a Dios. Los religiosos cistercienses, conocidos como monjes blancos, viven de su trabajo y no acumulan riqueza. Los primeros monjes en Alcobaça tuvieron una notable acción civilizadora de asistencia y caridad a través de la farmacia y de distribución de pan y limosna en la entrada.

El monasterio también alberga las tumbas del rey Pedro I (1320-1367) e Inés de Castro (1320-1355), la mayor historia de amor en la Historia de Portugal. Del siglo XIV, y consideradas obras maestras de la escultura funeraria Europea, las tumbas de los dos amantes dan un gran significado y esplendor a la iglesia, pies con pies, para que puedan reunirse en el Día de la Resurrección.